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    La obra del Espíritu Santo en la comunidad de discípulosa partir de la enseñanza de Jesússegún pasajes seleccionados del sermón del Aposento Alto (Juan 13-16)
    (South African Theological Seminary Johannesburg) Telmo, Jose Omar 1962-; Roldán, Alberto F.; Roldán, Alberto F.
    La obra del Espíritu Santo en la comunidad de discípulos a partir de la enseñanza de Jesús según pasajes seleccionados del sermón del Aposento Alto (Juan 13-16). El presente tema de investigación comprende a la persona y la obra del Espíritu Santo en las iglesias locales. Si bien este tema ha sido estudiado desde hace tiempo, aquí se parte de un análisis de textos bíblicos específicos. Estos pasajes son extraídos del sermón de Jesús dado a los suyos en el Aposento Alto la noche que fue entregado traicioneramente. Agrupamos estos textos así: Juan 14:15-17; 25-26; 15:26-27; 16:8-11 y 12-15. Para su análisis se toma en consideración el aporte de bibliografía específica sobre el Espíritu Santo y de los comentarios bíblicos sobre el Cuarto Evangelio, dando un buen lugar a lo disponible en idioma español. Se procede luego a listar los hallazgos encontrados referidos al tema. Por último, se busca una directa aplicación a la realidad latino americana, utilizando en esta parte aportes de la sociología. Se persigue como objetivo del presente trabajo la búsqueda de una teología que dé honor al Espíritu de Dios en la comunidad cristiana local. Es decir, aquella teología que surja del análisis del texto bíblico, siendo un ingrediente invalorable para la misión contemporánea de las iglesias locales en Latinoamérica. Con éste análisis se intenta responder a preguntas tales como: ¿Es una persona? ¿Es un ser divino? ¿De qué evidencias se dispone en estos asuntos? Luego, se puede inquirir: ¿está involucrado en la formación de la Iglesia de Cristo? ¿Qué implicaciones se extraen de las enseñanzas del Señor Jesús sobre el Espíritu? ¿De qué modo, individual o corporativamente, o de ambas maneras? ¿Podemos describir una tarea comunitaria del Espíritu en las comunidades cristianas? Tal actividad, ¿es continua, intermitente o ha cesado definitivamente? Y si sigue trabajando, ¿cómo se percibe su accionar en nuestro contexto sociocultural? De las afirmaciones del Señor registradas en Juan, se descubre que el Espíritu Santo, tanto en su presencia como su actividad, es decididamente especial en relación con los creyentes en Cristo, tanto en un sentido individual como colectivo. Y es posterior a la ascensión de Cristo que se concreta esta realidad prometida por él mismo (Jn.7:37-39). La conclusión que anticipamos es que el Espíritu Santo, que Juan identifica con su peculiar nominación Parákletos, tiene una presencia personal permanente y activa en, con y a través de los discípulos. En las porciones escriturales seleccionadas se presenta al Espíritu con tres expresiones que se analizan: “Espíritu Santo” (1:33; 14:26; 20:22), “Espíritu de verdad” (14:17; 15:26; 16:13) y “otro Consolador” (14:16, 26; 15:26; 16:7). A ésta última expresión Parákletos, se dedica mayor atención en vista del uso exclusivo por Juan. Aparece solamente en cinco ocasiones en el Nuevo Testamento, distribuidas cuatro en su Evangelio (14:16, 26; 15:26; 16:7), y una en su Primera Epístola aplicado a Jesucristo (2:1). Esta terminología revela la pneumatología de Juan, y por qué no decir, de Jesús mismo. Se hace foco en este trabajo en la labor colectiva o comunal del Espíritu Santo, de manera de que las iglesias se enriquezcan con su presencia activa. ¿Por qué? Porque no hay dudas que el Espíritu Santo actúa en toda la vida congregacional: en su comienzo, su crecimiento y sus crisis. Esto es algo distintivo de la presente época del plan redentor de Dios: la morada de Dios en el Espíritu en su Iglesia. Los diferentes pasajes del sermón consideran al Parákletosbajo los siguientes aspectos: 14:16-17, su presencia personal permanente y activa; 14:25-26, su magisterio pleno; 15:26-27, su testimonio definitivo; 16:7-11, su persuasión integral; y 16:12-15, su cristología trinitaria. Los textos en su contexto dan evidencia de la concepción que Jesús tenía del Espíritu Santo: una Persona co-igual que él y el Padre. Encontramos, entonces, la Trinidad. Una lectura meditada de Juan nos presenta una teología narrativa que manifiesta una comunidad en su texto. Tal situación permite afirmar que existe una actividad comunitaria del Espíritu Santo. No hay iglesia sin Espíritu. Se aclara que por la iglesia local se entiende tanto a un organismo vitalizado por el Espíritu Santo como a una organización institucional humana. Entonces, hablamos de iglesia-comunidad. La presencia y obra del Espíritu Santo en la iglesia-comunidadle otorga una serie de características que la identifican en medio de la sociedad humana y la distinguen de cualquier otra asociación. Y, al mismo tiempo, la modela en vista de su misión en el mundo. Juan nos ofrece una visión sobre qué es la Iglesia. Es decir, cuando Jesús da este discurso, tiene en mente esta iglesia-comunidad. De allí que la aplicación surge naturalmentepara el mosaico dinámico del mundo evangélico latinoamericano con su multitud de expresiones denominacionales e instituciones paraeclesiásticas y ministerios personales, la versión divina de una Ekklesia Pneumática.
© South African Theological Seminary